La cerveza artesana combina perfectamente con una buena morcilla patatera. Sobre todo si es una cerveza de fuerte sabor como nuestra Ex 1 IPA o nuestra Serona Strong Ale.
Este embutido, al igual que la cerveza artesana, se elabora desde tiempos inmemoriales en las casas y su elaboración estaba a cargo de las mujeres. Eran ellas las que sabían darle un preciso toque de especias y condimentos para hacerla un manjar.
La patatera es un embutido típico de Extremadura. Se elabora con tocino de cerdo, tradicionalmente ibérico de bellota, y una buena cantidad de patata cocida. Su condimentación está protagonizada por el pimentón de la vera, el ajo, y el cilantro en grano. Aunque pueden existir variaciones según los gustos.
Ha sido tradicionalmente la forma de aprovechar los tocinos del cerdo y las partes magras menos nobles, después de separar jamones, paletas y lomos para curación, o para elaborar chorizos, salchichones y morcones. Aún así, se ha convertido en un auténtico manjar, tanto en su versión picante como dulce.
Para disfrutar de la patatera junto con una buena cerveza artesana Sevebrau, recomendamos servir la misma en rodajas de medio dedo, o un dedo de grosor sobre una rebanada de pan, natural o tostado. Así de sencillo. Pero si quieres darle un toque más sofisticado y exquisito, no dudes en poner ese canapé dentro del microondas junto con unas gotas de miel por encima, o bien, un poquito de nuestra mermelada de cerveza artesana Ex1 Ipa.
¡Te chuparás los dedos!
Otra forma de consumirla, cuando el embutido está más fresco en untándola en pan, o haciendo hornazos con él. En la tahona de mi familia, solíamos meter una patatera dentro de masa de pan y cocerlo al horno. Constituía un delicioso desayuno en las mañanas frías de invierno al venir el día después de toda una noche haciendo pan.
Gracias por llegar hasta aquí y leerme.
José Severiano Fernández de la Cruz.